Por: Francisca Olatte.
Con el “boom” de la web 2.0 y las nuevas puertas que esta abre en el ámbito de las comunicaciones, muchos han especulado sobre la posible muerte de la publicidad en los medios tradicionales. Internet tiene cualidades con la que ningún medio de comunicación tradicional puede competir. Por ejemplo, el costo de publicitar en la web es mucho menor y el control que las empresas tienen sobre el material que publican les permite modificar el contenido según sus necesidades. Otra ventaja es la visibilidad que los anuncios tienen online y la orientación del mensaje a un público específico. Pero, ¿significa esto la muerte certera para la publicidad como la conocemos hoy en día?
No necesariamente.
Hay (al menos) 3 razones por las que la publicidad en los medios tradicionales no morirá nunca.
1.- Un estudio realizado por la empresa de investigación Nielsen ha demostrado que los consumidores NO confían en la publicidad a través de Internet. De los 25.000 consumidores encuestados para este estudio alrededor del mundo (en mercados de Europa, el Asia Pacífico, las Americas y el Medio Oriente), sólo un 3% confía en la publicidad a través de “banners” online. En Latinoamérica, un 47% de los encuestados no confía de ninguna forma en esta tipo de publicidad. A nivel mundial, el porcentaje asciende a un 59% de desconfianza.
Por el contrario, en Latinoamérica, el 75% de los encuestados confía plenamente en la publicidad impresa en los diarios:
2.- Los consumidores NO quieren ver publicidad en Internet. Al navegar por la web, los “banner ads” y los “pop-ups” penetran incluso el firewall más reforzado. El contenido gratuito en la red (y más de alguno que otro pagado) está plagado de publicidad molesta y contaminante. El usuario común y estable de la web no quiere lidiar con este tipo de publicidad y la desecha de inmediato sin prestarle mayor atención. Por otro lado, un medio de comunicación como la televisión, puede sincronizar su publicidad con el resto de los canales para que los compactos comerciales salgan al aire todos más o menos al mismo tiempo, captando así mayor atención y más visibilidad. La publicidad en los medios tradicionales es menos desechable que la de Internet y permanece por más tiempo en el subconsciente del consumidor.
3.- Por último, los consumidores NO necesitan publicidad en Internet. La web es, a esta altura, tan personalizada, que el usuario común no necesita la guía de la publicidad online para encontrar lo que desee. Para eso, se vale de sitios que ofrecen opiniones y reviews sobre distintos productos y servicios. Como por ejemplo, TripAdvisor.com, un sitio en el que personas de todo el mundo pueden evaluar y dejar comentarios sobre hoteles y otros servicios de hospedaje, además de ofrecer información y consejos gratuitos para quien esté preparando un viaje. Otro ejemplo de esto es el sitio DpReview.com, que ofrece opiniones gratuitas para el fotógrafo aficionado.
Si bien la web 2.0 entrega nuevas herramientas a las empresas para publicitar sus productos de una forma más barata, efectiva e imaginativa, me parece que nunca podrá tener el mismo efecto que los medios tradicionales como la radio, la televisión y los periódicos tienen en el público. Lo que sí está claro es que la publicidad en los medios clásicos debe transformarse para no dejarse pisotear por esta marea de información digital.
Fuentes: Nielsen.com, techcrunch.com, Forrester.com.
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